Este domingo, 6 de noviembre, el Seminario celebró la fiesta del Reservado, en la que conmemoramos la primera vez que se hizo la reserva de Jesús Sacramentado en el edificio, cuando, al inicio, era una Casa de Vocaciones, fundada por el beato Manuel Domingo y Sol y la Hermandad de Operarios Diocesanos. Después, la casa pasó a acoger el Seminario Menor San José; y hoy alberga al Seminario Mayor San Fulgencio.

La fiesta del Reservado nos mueve a estar agradecidos a Jesús por ser “huésped de casa”, actitud que el beato extendió por los Colegios fundados por él como una festividad anual para el desagravio y la devoción a Jesús Sacramentado.

Este año se conmemora el 134 aniversario de aquella primera reserva. Los seminaristas engalanaron la casa con dos altares: uno en el patio, ante la Virgen Blanca, y otro frente a la placa que conmemora a los sacerdotes y seminaristas de nuestra diócesis martirizados en los años treinta.

La misa fue presidida por el obispo D. José Manuel Lorca Planes, acompañado por el arzobispo emérito de Burgos, D. Francisco Gil. Nuestro obispo alentó a los seminaristas a vivir como luz en medio del mundo, entregados totalmente al Señor.

Tras la Eucaristía, se realizó una procesión con el Santísimo Sacramento por el Seminario, bendiciendo a los presentes.

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