¿Por qué ayudar?

Sigue habiendo niños, jóvenes y adultos generosos que han respondido a la llamada del Señor para servirle como sacerdotes.

“Todos los miembros de la Iglesia, sin excluir ninguno, tienen la responsabilidad de cuidar las vocaciones”

Juan Pablo II, Pastores dabo vobis, 41

“Toda la comunidad diocesana, a quien “incumbe el deber de fomentar las vocaciones para que se provea suficientemente a las necesidades del ministerio sagrado en la Iglesia entera” (CIC 233,1), debe situarse ante el Seminario Mayor con espíritu de positiva y eficaz colaboración”. (Plan de Formación Sacerdotal Seminarios Mayores)

El Seminario y la formación integral de los seminaristas originan gastos que a veces no pueden ser afrontados por ellos. Por eso se requieren fondos económicos para becas de estudios, adquisición de material, alimentación, etc.