Con motivo de la festividad de San Fulgencio, patrón del Seminario, el domingo 11 de enero, Solemnidad del Bautismo del Señor, celebramos el día de las familias, una tradicional jornada en la que nos reunimos con nuestros familiares para compartir un día de fraternidad y de acción de gracias por la vocación recibida del Señor.

La jornada comenzó a las 10 y media de la mañana con una reunión del equipo de formadores con nuestros padres, para saludar y acoger en nuestra casa a los que un día vieron nacer en nosotros la vocación y nos apoyaron en el paso para responder a la llamada de Jesucristo. En la misma, se presentaron y se dio la bienvenida especialmente a los padres de los seminaristas de primer curso. El Rector del Seminario, en su intervención, recordó a los padres el papel fundamental que la familia juega en el proceso de crecimiento y maduración de la vocación de los hijos. Asimismo, los padres de Javier Conesa, seminarista de cuarto curso, dieron el testimonio acerca de la vivencia, en el seno de su familia, del camino vocacional de su hijo. Al final de la reunión, se proyectó un vídeo que mostraba las actividades que durante todo el curso anterior hemos vivido en el Seminario, como ordenaciones y campamentos, entre otros.

El momento central del día fue la Eucaristía, celebrada a las 12 de la mañana en la Parroquia de San Juan Bautista de Murcia, y presidida por el Obispo de la Diócesis de Cartagena, D. José Manuel Lorca Planes. En la misma, concelebraron los sacerdotes formadores del Seminario, así como nuestros párrocos de origen y de pastoral, y otros presbíteros del clero diocesano. Posteriormente, tuvo lugar una comida fraterna en las dependencias de la Casa Sacerdotal, que generosamente dio cabida las familias congregadas para esta festividad. Además, los familiares también pudieron visitar el Seminario a lo largo de toda la jornada. En total, se calcula que asistieron alrededor de 350 personas.

Damos gracias a Dios por el don de nuestra vocación, y también por nuestros padres y familiares que han colaborado con el proyecto de Dios para que nosotros nos hayamos encontrado con Él y hayamos dado el sí a su llamada para ponernos al servicio de la Iglesia.