El pasado fin de semana, ocho jóvenes que cursamos de 3º de ESO a 1º de Bachiller del Seminario Menor San José nos aventuramos a pasar un tiempo de oración, silencio y cercanía con el Señor. Durante tres días, desde el viernes por la noche hasta el domingo por la mañana, nos hospedamos en la Casa de Ejercicios Espirituales del Sagrado Corazón en Guadalupe, donde las Esclavas de Cristo Rey nos cuidaron y mimaron en cuanto a lo material para podernos encontrar con Jesús.
Contamos con la compañía del Padre Espiritual don Felipe, párroco de Aledo, que nos dio las catequesis y nos ayudó en nuestras inquietudes, problemas y dificultades. El viernes por la noche comenzamos el silencio después de la cena con la primera catequesis preparatoria en la que don Felipe nos explicó la importancia de la vida espiritual.
Las charlas del sábado nos fueron adentrando en los misterios de la historia de la salvación, y haciéndonos presente hoy la Sagrada Escritura, como decía Felipe repetidas veces “La Biblia es actual”.
Empezando por la Creación, hablamos de la naturaleza, de la llamada de Dios en el Antiguo testamento, el pecado y por fin terminamos contemplando el misterio de la Cruz.Felipe nos alentaba a seguir a Cristo desde ya, sabiendo “vencer al mal a fuerza de bien” y que “la tentación se vence desde pequeño”. Para ello nos puso muchos ejemplos, sobre todo utilizando los libros de Narnia, de manera que todo era fácil de comprender.
Los ratos de meditación nos han ayudado mucho, porque es en esos momentos cada uno de nosotros podía encontrarse con Dios a solas y en el silencio, tanto en la naturaleza o en una capilla, en el oratorio… eran los momentos más especiales y bonitos. La Eucaristía diaria, la oración de la Liturgia de las Horas, la Exposición del Santísimo o la Adoración de la Cruz fueron momentos clave en los Ejercicios Espirituales donde pudimos nutrirnos del Espíritu Santo y de los Sacramentos para poder seguir adelante y tener cada vez más ansia de Dios.
El domingo por la mañana tuvimos la última charla donde nos habló de la Resurrección, el Espíritu Santo y los Santos, que promovidos por Dios llegaron a estar cerca de Él. Después celebramos la Eucaristía, con la que terminó el silencio que empezó el viernes, y donde nos acompañó nuestro rector, Sebastian. Tras esta tuvimos la comida fraterna a la que pudo venir Francis también. En definitiva han sido unos Ejercicios Espirituales muy fructíferos, hemos aprendido muchas cosas más de las que he puesto aquí, pero tendría que escribir mucho para decirlas, y ante todo hemos podido ver la gracia de estar cerca de Jesús.
Verdaderamente nos han servido, y espero con ansía los Ejercicios del año que viene, que ya no serán con el Seminario Menor, sino con el Curso Introductorio. Espero que muchos jóvenes se animen a seguir a Cristo con valentía y sin miedo, que os aseguro que la recompensa es muy grande. Ahora toca seguir rezando y llevar a la vida lo que hemos vivido en estos Ejercicios.
Jose Antonio Caballero García
Seminarista Menor
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