El Seminario Menor de San José viajamos durante el fin de semana del 23 al 25 de enero a Granada, al Seminario Diocesano San Torcuato de Guadix, para compartir con los seminaristas accitanos y otros muchachos venidos de diferentes lugares de dicha diócesis una convivencia entre los que seguimos un mismo camino: el de Jesús, Buen Pastor.

Llegamos al Seminario de San Torcuato bien entrada la tarde. Una vez nos acomodamos, celebramos la Eucaristía. Después, cenamos, y acto seguido nos dimos un paseo por Granada: el Albaycín, el mirador de San Nicolás, Plaza Nueva, Carrera del Genil (donde, ante la Basílica de Ntra. Sra. De las Angustias –Patrona de Granada- cantamos la Salve Regina), plaza de Bib-Rambla, la Catedral, y pasando de nuevo por el Albaycín, volvimos al Seminario.

El sábado fue el día de la nieve. Por la mañana, tras celebrar la Santa Misa y desayunar, marchamos para Sierra Nevada. Estuvimos, durante un buen rato, antes de comer, jugando en la nieve. Disfrutamos (desde los más pequeños a los más mayores), verdaderamente, como niños. Fue el rato, sobre todo, de tirarnos por las pendientes con las palas –o sin ellas-. Comimos, y cogimos el telesilla para subir un poco más arriba. En otra zona nevada nos quedamos. Ahí tocó hacer una típica guerra de nieve. Nadie se libró de ella. Luego, a media tarde, nos volvimos a bajar en el telesilla y a montarnos en el autobús dirección a la Alhambra de Granada.

Visitamos la zona del exterior de la Alcazaba y el Palacio de Carlos V, desde la cual se podía admirar todo el Albaycín teñido por las luces del atardecer, un espectáculo maravilloso. Nos dimos otro paseo por Granada, y nos volvimos al Seminario accitano. Nos acomodamos, nos relajamos del día tan movido que disfrutamos. Rezamos Vísperas, cenamos, y el Rector del Seminario San Torcuato nos enseñó las fotos y vídeos que se habían tomado durante la jornada. Después vimos la película “Hércules”.

En la mañana del domingo 25 de enero, festividad de la Conversión de San Pablo y culmen del Octavario de oración por la unidad de los cristianos, lo primero fue celebrar la Solemne Eucaristía. Tras haber desayunado, nos dirigimos a la Cartuja, maravilloso monasterio que tuvimos oportunidad de visitar. Después, nos dirigimos al centro de Granada, a la plaza Bib-Rambla, donde tuvimos un rato de tiempo libre para poder comprar algún recuerdo a nuestros familiares. Volvimos al Seminario, donde se había preparado una magnífica comida para poner “el broche de oro” a nuestro encuentro. Nos reunimos todos (murcianos y accitanos) después de comer, para compartir nuestra experiencia individual ante las dos comunidades. Al fin de esta reunión, nos volvimos para Murcia.

Damos gracias al Señor por el Seminario de San Torcuato, por la especial hermandad que sentimos entre las dos comunidades y sus miembros. Damos gracias al Señor por que este fin de semana ha estado grande con nosotros, porque ha estado Él en todo momento en medio de nosotros, construyendo la comunión entre nosotros.

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