El pasado domingo 25 de octubre, fueron instituidos acólitos diez miembros de nuestro Seminario Mayor San Fulgencio, junto a cuatro seminaristas del Seminario Diocesano y Misionero Redemptoris Mater.

Esta gozosa celebración, que tuvo lugar en la Santa Iglesia Catedral, fue presidida por nuestro Obispo D. José Manuel Lorca, quien instó a los seminaristas a seguir respondiendo con generosidad y entrega a Jesucristo y a su Iglesia. Pidió a los instituidos que, desechando todo egoísmo y afán de autosuficiencia, con su vida fueran fiel reflejo de lo que acontece en el altar que en adelante servirán como acólitos.

Asimismo, insistió sobre la necesidad de seguir orando para que el Señor continúe enviando obreros a su mies. También invitó a los jóvenes presentes a cuestionarse sobre la voluntad de Dios para su vida, a no dejarse seducir por lo efímero y a no tener miedo a responder afirmativamente ante una posible llamada al sacerdocio. Finalmente, agradeció a Dios el don de la vida y la vocación de estos hermanos nuestros y les reforzó recordando inconmensurable belleza y riqueza de la vocación sacerdotal.

Sin duda, fue un día gozoso para nuestro seminario y para toda la Iglesia diocesana, que descubre en la vocación de estos hermanos un motivo de esperanza ante de fidelidad de Cristo, que cumple su promesa de enviar pastores a su pueblo.

Por todo esto, no podemos dejar de dar infinitas gracias a Dios por la vida y respuesta generosa de estos hermanos: Brian Palao Abellán, Eduardo Pérez Orenes, Vladimir Revutskyy, Francisco Saorín Guillamón, Manuel Navarro Cascales, Romeo Misaba Jean-Marcel, Joël Atakaly Aley-Mukwey, Aleksander Martínez Nowak, Salvador Alemán Ruiz y Antonio Sánchez Franco, del Seminario Mayor San Fulgencio; y Carlos Fabián Cabezas Pincheira, Pedro Fernández López, Pablo Martínez García y Francisco Armando Mercedes Pichardo, del Seminario Diocesano Misionero Redemptoris Mater.

¡Nuestra victoria es la de Cristo! (D. José Manuel Lorca Planes)

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