El pasado fin de semana, puente de la Virgen del Pilar, ya que disponíamos de unos días libres, nuestro seminario organizó una pequeño viaje a Granada. Allí nos hospedamos en el seminario  de San Torcuato donde reside el recién abierto seminario menor de la diócesis de  Guadix, que nos acogió estupendamente. Nuestra visita quiso ser convivencia entre nosotros, como comunidad de hermanos, y un modo de compartir esta fraternidad con los chavales del seminario menor de Guadix y también con los seminaristas del seminario mayor de Granada, con los que tuvimos oportunidad de rezar, cenar y pasar un rato agradable.  

El viernes por la mañana, después de celebrar la Santa Misa,  partimos hacia Granada, allí nos esperaban el rector, el formador y los seminaristas menores de Guadix. Compartimos con ellos la comida y después, bajamos a la ciudad a conocerla: la tumba del beato Fray Leopoldo de Alpandeire, los jardines del Triunfo, y pasando por la basílica de San Juan de Dios, la capilla real y la catedral.  Después de un tiempo libre, nos reunimos de nuevo en la capilla del seminario para rezar vísperas. Después de cenar, salimos todos juntos de paseo en dirección al barrio del  Albaicín, para llegar al mirador de San Nicolás, donde pudimos contemplar toda la ciudad iluminada, y presidiéndola, la Alhambra. Concluyó la visita con el “paseo de los Tristes”.

A la mañana siguiente, fuimos de excursión a Sierra Nevada. Celebramos la Eucaristía de campaña en el monumento a la Virgen de las Nieves, fue un momento hermoso de encuentro con el Señor, por medio de su Madre,  en el templo grandioso de la creación. Aunque pasamos mucho frío, intentamos ser un testimonio de fe, de hecho se unieron a  la Eucaristía un grupo de personas, que después agradecieron nuestra presencia allí. Tras la celebración, tuvimos un rato para pasear por la montaña. Tras la comida y bajo el sol de la sierra, el rector  tuvo a bien invitarnos a un café.

Por la tarde, vistamos la Cartuja, donde quedamos impresionados por la grandeza de su ornamentación. Al final de la tarde, rezamos vísperas solemnes en la iglesia de San Agustín, junto a los seminaristas de Granada. Después nos invitaron a cenar en su seminario, donde pasamos un rato distendido conociéndonos y compartiendo experiencias. Además, nos presentaron un video que ellos mismos habían realizado sobre la vida del seminario. Esa noche tuvimos tiempo para disfrutar y ver el ambiente granadino.

El domingo, comenzó la jornada con los laudes y nos trasladamos a la Basílica de la Virgen de las Angustias, patrona de Granada, donde celebramos la Santa Misa en el marco del año jubilar que allí se está celebrando. El resto de la mañana disfrutamos de las famosas tapas granadinas, que nos sirvieron de aperitivo para la última comida, que hicimos en el seminario, donde nos tenían preparada una paella y unos piononos, típicos de la ciudad.

Nos despedimos de nuestros anfitriones, que nos agradecieron la visita y emprendimos la vuelta hacia Murcia.

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