[p]El viernes 8 de noviembre de 2013, contamos con la presencia en el Seminario Menor san José y Mayor san Fulgencio de Don Raúl Berzosa Martínez, Obispo de Ciudad Rodrigo (Salamanca), tras haber dirigido unos Ejercicios Espirituales a un grupo de Sacerdotes Diocesanos.[/p]

[p]Nos expuso cómo había nacido su vocación a los nueve años y medio, a través del testimonio de un Sacerdote Claretiano que había estado de Misión en Panamá y que había regresado a España al encontrarse enfermo. Su testimonio e interpelación hicieron que Monseñor Don Raúl Berzosa entrase al Seminario Diocesano, y que haya sido enviado a misiones a distintas zonas de Sudamérica.[/p]

[p]Comentó también que la Diócesis en la que ejerce su Ministerio es una de las más pequeñas de España, cuenta con una extensión de 4.200 Km², tiene 35.000 fieles, 49 Sacerdotes en activo, 4 Seminaristas Mayores, y 31 Menores. Sus principales tareas se desarrollan entre las clases que imparte en la Universidad de Salamanca, y la asistencia que presta a la Congregación Religiosa Católica “Iesu Communio”, de la que su hermana es fundadora.[/p]

[p]Respondió a una de las preguntas de un Seminarista Menor, que ha sido enviado a las distintas Misiones en las que ha estado, prestando así su servicio a donde la Iglesia le ha necesitado, habiendo realizado su labor en Tijuana, Aguas Calientes, Puerto Rico y Ecuador, entre otros países.[/p]

[p]Destacó la importancia de tratar con dignidad a las personas más necesitadas, ya que ellas mismas eran carne de Cristo.[/p]

[p]En respuesta a la pregunta sobre qué atraía a los jóvenes a la Congregación de su hermana, ya que la misma cuenta con un importante incremento de vocaciones, contestó que tras un primer contacto de los mismos con dicha comunidad, querían vivir como ellas, ya que contagian vida, y ayudan a descubrir la belleza de la creación y de la contemplación.[/p]

[p]Para concluir, exhortó a los Seminaristas a dar gracias a Dios por haber sido unos elegidos de lujo en la llamada al seguimiento de Jesús, a vivir cada día con más amor y pasión la comunidad del Seminario, a hablar más y mejor de tú a tú con Cristo, y a dejar que Dios cambie nuestras vidas.[/p]

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