[p]Don Victorio Oliver Domingo, Obispo, emérito de la Diócesis de Orihuela-Alicante, estuvo con nosotros en el día de ayer, veinticinco de enero. Venía de impartir la tanda de ejercicios espirituales a los sacerdotes de esta Diócesis de Cartagena, en la Casa de Ejercicios de las Esclavas de Cristo Rey, en Guadalupe Murcia.[/p]
[p]A las ocho de la tarde presidió la Santa Eucaristía en la Capilla Mayor del Seminario y, después de cenar, nos dirigió unas palabras a los seminaristas menores, pre-seminaristas y seminaristas mayores que no estaban fuera con motivo de su labor pastoral.[/p]
[one_half][p]Él es natural de Teruel, en esas palabras que nos dirigió a los seminaristas, nos contó que su vocación arrancó a la temprana edad de once años, cuando sintió el impulso de suplir a aquellos sacerdotes que habían muerto durante la guerra civil.[/p] [p]A los diecisiete años, estuvo de ejercicios espirituales quince días, donde confirmó su vocación y, a partir de ahí, ya nunca la puso en duda sino que, con toda ilusión, ofreció su vida a Jesús para lo que Él quisiera.[/p][/one_half][one_half_last][/one_half_last]
[p]Después de estudiar en el Instituto Bíblico de Roma y antes de realizar su tesis doctoral, fue reclamado por su obispo para trabajar como superior del Seminario e impartir clases en el mismo. Allí estuvo interno trece años.[/p]
[p]En el año 1972 recibió una carta, bajo secreto pontificio, para ser Obispo Auxiliar de Madrid, junto al Cardenal Tarancón, él pensaba que era una broma, y después de diferentes dudas, abrumado por la responsabilidad que se le pedía y de haber experimentado una gran soledad ante dicha decisión, lo aceptó como la voluntad de Dios para su vida.[/p]
[p]Después de Madrid estuvo, sucesivamente, en Tarazona, Albacete y, finalmente, en Orihuela-Alicante.[/p]
[p]Todos sus hermanos varones (cuatro), pasaron por el Seminario, aunque no todos llegaron a ordenarse sacerdotes. Sí lo hicieron, junto a él, que era el mayor, el que le seguía, que murió a los treinta y seis años, y el menor, al que el mismo Don Victorio, ya obispo, ordenó. Llegaron a coincidir tres hermanos sacerdotes.[/p]
[p]Esta misma mañana, día veintiséis de enero, bien temprano, después de haber descansado esta noche en el Seminario, partió de vuelta a Zaragoza, donde reside en la actualidad. Que Dios le bendiga.[/p]