[p]Con el lema «Testigos de la Misericordia» iniciábamos el pasado lunes, día 27 de junio, la Convivencia de Verano para niños y adolescentes, que terminaba ayer con un día con las familias de todos los jóvenes que asistieron. ¡Ha sido un tiempo para el Señor! Los jóvenes, en un ambiente cristiano y siempre con un tinte vocacional, han podido acercarse a Dios, de manera especial esta semana, y convivir con seminaristas, que han sido sus monitores y quiénes han estado a su servicio durante estos días.[/p]
[p]Cada día, comenzaba con la oración de la mañana, donde poníamos en manos del Señor toda nuestra jornada y presentando al «testigo de la misericordia» que nos iba a acompañar durante ese día; algunos fueron: San Francisco de Asís, Padre Pío, San Juan Bosco y Santo Domingo Savio, Madre Teresa de Calcuta y la Virgen María, en su advocación de la Virgen de Fátima. Durante cada mañana teníamos un tiempo de actividades, catequesis y baño en la piscina. Por la tarde, compartíamos talleres, campeonato de fútbol, piscina y la celebración de la Eucaristía. Y para terminar el día, nos reuníamos en la capilla para dar gracias por todo lo vivido. Además, el pasado jueves estuvimos de visita en Letur, un pueblecito de Albacete, donde hicimos senderismo, nos bañamos en piscinas naturales y terminábamos celebrando la Santa Misa con los vecinos del lugar.[/p]
[p]Para los seminaristas ha supuesto un tiempo intenso de servicio y entrega a los más pequeños, así como de iniciación en aquellas actividades que, D.M. en un futuro puedan llevar a cabo en su ministerio sacerdotal. Encomendamos a la Virgen los frutos de estos días, para que estos jóvenes se acerquen más al Señor y puedan plantearse en su vida la llamada de Dios, primero como cristianos, y después como vocacionados al plan concreto según en corazón de Dios.[/p]
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