[p]El pasado sábado, siete seminaristas del Seminario Mayor San Fulgencio, siete del Seminario Redemptoris Mater, y un sacerdote, fueron consagrados a la Señora, patrona del Seminario San Fulgencio, a través de la oración de consagración total a ella y con la introducción de sus nombres en su corazón.[/p]
[p]Uno de los seminaristas consagrados, Manolo, nos cuenta su testimonio:[/p]
[p]Doy gracias a Dios por el día tan grande que me permitió vivir junto con mis hermanos seminaristas el pasado 3 de Mayo de 2014, sin duda alguna una fecha que ha quedado muy marcada en el corazón ya que fuimos catorce los que le dijimos Sí a María, y con esto nos comprometimos como esclavos a cumplir su Voluntad, que es la misma que la de su Hijo Jesucristo. Es sin duda un regalo grande este que se nos ha presentado en nuestro camino de discernimiento vocacional ya que el primero fue decirle a Jesús que contase con nosotros, y ahora en este, María entra también en ese caminar hacia Jesús y esta vez, Ella quiere acompañarnos como Madre como Señora y Reina de nuestros corazones.[/p]
[p]Con la Consagración total de nuestra vida a “La Señora”, no sólo nos comprometemos a cumplir la voluntad de Dios que tiene pensada para nosotros, sino que entramos también a formar parte del “servicio” de su Madre, nos hemos convertido en sus esclavos y con esto me refiero a que ahora le presentamos a Ella nuestra vida, nuestros proyectos, y sobre todo le decimos por medio de nuestra entrega que nos dé su aprobación ante toda decisión que vayamos a llevar a cabo, o que nos aconseje en todas las dudas que vayan surgiendo en este caminar. Sobre todo por medio de esta Consagración le pedimos que se convierta en nuestro modelo a imitar, en nuestra patrona para que nos modele según su Inmaculado corazón para ser dignos de llegar a la presencia de su Hijo.[/p]
[p]Es necesario que quede grabado en los que nos hemos consagrado el lema de este año: “Por nuestra Esclavitud a tu Inmaculado Corazón somos del todo tuyos ahora y siempre”. Puedo decir que es una oración de alabanza a la Stma. Virgen María ya que con esta aclamación no solo le entregamos una pequeña parte de nuestras pertenencias, sino que nos entregamos enteramente a Ella, a su Corazón, y pienso que es el mejor obsequio para Ella por nuestra parte, y especialmente en este mes de mayo, mariano por excelencia y en el que la Iglesia nos la pone como referente.[/p]
[p]Por mi parte no tengo más que palabras de agradecimiento al Rvmo. Mons. Don José Manuel Lorca Planes, Obispo de esta diócesis de Cartagena por celebrar con nosotros este entrañable acontecimiento tan especial e importante para nuestras vidas, y sobre todo por habernos presentado a la Madre.[/p]
[p]Jamás olvidaré el momento de la introducción de los nombres en el Corazón de La Señora, recuerdo aún emocionado sentir en ese momento que mi alma ardía y se fundía de amor tras recibir plenamente el de María. Solo me queda deciros que fijéis vuestra mirada en su rostro, os invito que la contempléis y que le habléis con el mismo sentimiento de amor a una madre porque Ella lo es. Santa María Reina de los Corazones tiende a bien recibir nuestros nombres y los de los que ya se han consagrado y acompáñanos para que podamos alcanzar nuestro objetivo como creyentes, la Santidad.[/p]
[p]Manuel Requena González, seminarista de primer curso.[/p]
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