Este sábado 9 de noviembre de 2013, ha tenido lugar en la Catedral de Murcia, la Misa de Acción de Gracias por la Beatificación de cuatro mártires en nuestra Diócesis, tras haber sido veneradas sus reliquias por diversas Parroquias. La ceremonia ha estado presidida por el Obispo, Don José Manuel Lorca Planes, que ha resaltado la entrega plena a Dios de los mártires, y el ejemplo de santidad que tenemos en sus personas. En la Celebración ha estado compañado por el Vicario General y Deán de la Catedral, D. Juan Tudela; el Ministro Provincial de la Provincia Franciscana de Cartagena, Fr. Jesús Hernández; y una treintena de sacerdotes diocesanos y franciscanos

En su Homilía, nos ha mostrado la importancia de decir Sí a nuestro compromiso con Dios como Cristianos, en aquellos momentos importantes de la vida, tanto cuando haya persecución y discriminación, como en el esfuerzo y entrega diaria en las pequeñas cosas, demostrando así que "la santidad está al alcance de nuestras manos".

Nos ha invitado a tener un corazón manso y humilde como el de estos mártires, que, gracias a la Misericordia, supieron perdonar a aquellas personas que acabaron con sus vidas. Para ello, se ha de abrazar la Cruz cotidiana con amor y entrega.

Entre los asistentes a la Celebración se encontraban los formadores y seminaristas de los tres seminarios diocesanos: Mayor de San Fulgencio, Misionero Redemptoris Mater y Menor de San José; así como familiares de los Beatos y feligreses de las parroquias de donde eran naturales y donde ejercieron su labor pastoral.

Los cuatro mártires Beatificados son:

Los Sacerdotes Franciscanos:

• Don Antonio Faúndez López
• Don Buenaventura Muñoz Martínez

Los Sacerdotes Diocesanos:

• Don Fulgencio Martínez García
• Don Pedro Sánchez Barba

Las reliquias de los mártires han sido entregadas por el Obispo para su veneración, a las Parroquias de Bullas, Santa Cruz y Llano de Brujas, lugares éstos con los que mantuvieron una especial relación.

Demos gracias a Dios por habernos regalado el ejemplo de estos cuatro mártires, que supieron dar testimonio sin desfallecer de la Fe Católica, incluso entregando su vida, y pidamos que nos sirvan como sendero a imitar.