El pasado sábado 16 de abril  el Seminario Mayor visitó las instalaciones de la Fundación Jesús Abandonado en la carretera de Santa Catalina. Esta visita forma parte del proyecto que el Seminario está realizando durante este año de la Misericordia, proponiendo vivir cada mes dos obras de Misericordia concretas.

En la Fundación Jesús Abandonado de Murcia se da de comer a cientos de personas que hoy pasan hambre, tanto físicamente como espiritualmente, se viste con ropa digna a todo el que lo necesita, ayudan de diferentes maneras a todo el que se acerca a su puerta. Es ese el espíritu de una fundación entregada, una verdadera comunidad en misión en pleno centro de Murcia.

En su trabajo realizan numerosas actividades: comedor social, ayuda psicológica, reinserción laboral... Nosotros nos acercamos hasta el centro para personas sin hogar que abrieron hace unos años al quedarse pequeña la casa donde ya realizaban esta labor. En este lugar pudimos contemplar la imparable tarea que día a día realizan voluntarios, trabajadores y la comunidad de hermanos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios que allí reside. Sus principal visión es trabajar con el espíritu de este gran Santo de la Iglesia, "para los pobres de los pobres". Como nos explicaron, San Juan de Dios tuvo esta idea bien clara, y es lo que ahora desde la fundación buscan realizar.

A lo largo de la mañana visitamos todas las dependencias del edificio; salas de talleres, habitaciones de corta, media y larga estancia, comedor, cocina, capilla... La casa de Jesús Abandonado, como nos dijo Ana, la trabajadora que nos guió por el centro, es la casa de todos, está siempre abierta.

Esta ha sido una experiencia preciosa, un momento especial en el que nos hemos encontrado a Cristo entre los últimos de los últimos, aquellos que no tienen hogar, recursos, que lo han perdido todo.