Testimonio vocacional de Vladimir Revutskyy
"No me arrepiento nada de haber dejado las redes, y seguir a Cristo"
Mi nombre es Vladimir, soy natural de Ucrania y desde hace dieciocho años estoy viviendo en España en la región de Murcia. Le doy gracias a Dios por mi familia, por ahí empezó mi vida cristiana y mi vida en la fe. Yo recuerdo muy bien como mis abuelas en concreto mi abuela Paulina junto con mis padres me enseñaban las primera oraciones, las conductas y tradiciones de nuestra Iglesia, y no solo eso sino en concreto el valor de la vida. Mi infancia fue muy normal y muy productiva, igual que la adolescencia.
Yo antes de conocer al Señor era practicante pero no vivía la fe que Cristo enseña. Mi fe era débil, basada en normas y preceptos, porque todavía no conocía al Señor de la vida. En el año 2012 me invitaron a realizar un retiro en mi país ,Ucrania, y el retiro lo realizaba la Renovación Carismática Católica Ucraniana, al cual fui y desde ahí cambio mi vida entera. El retiro duraba diez días y al cuarto día nos invitaron a que aceptásemos que el Señor sea el Señor de nuestras vidas. Cuando acepte al Señor en mi vida y le deje reinar en ella, mi vida dio un cambio grande, empecé a leer la Biblia, a frecuentar los sacramentos, a leer libros de la espiritualidad cristiana, aprendí a orar y a alabar a Dios en todo momento y en cada instante que tengo presente.
En todo este proceso conocí a una chica y estuvimos de novios casi tres años. Aun teniendo novia, teniendo trabajo, y teniendo a amigos, siempre me rondaba una pregunta en mi interior ¿Qué es hacer la voluntad de Dios? Le decía al Señor: que se haga tu voluntad y no la mía (Lc 22,42). Desde que conocía al Señor siempre sabia a que el me llamaba a algo muy grande y dar el paso decisivo para entrar en el seminario me costó algo de trabajo. Cuando alguien me hablaba del sacerdocio o de la figura del sacerdote siempre rechazaba que esto sería para mí, intentaba huir de toda conversación referida a mí con el sacerdocio. Hasta que un día dije al Señor: si de verdad quieres que sea sacerdote facilítamelo, házmelo ver a mi pero no por la fuerza, ni por presión alguna si no que yo mismo lo entienda.
Un día, orando de madrugada en mi casa, sentí una paz profunda y una fuerza muy grande dentro de mí y en este momento entendí cuál es mi vocación y cuál es mi sitio y lugar, de momento todas las dudas se me quitaron, la luz del Espíritu Santo me ilumino y vi tan claro mi llamado que al poco tiempo de vivir esta experiencia en la oración, pedí a un amigo mío sacerdote que me llevara al seminario a hablar con el director espiritual del seminario, le conté mi experiencia y el me mando a hablar con el rector, esto fue en la fiesta de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote en el año 2016.
Este es mi tercer año en el seminario, estoy realizando 3º curso de Teología, y es más que un regalo estar en el seminario. Desde que ingrese hasta el día de hoy, no me arrepiento nada de haber dejado las redes, y seguir a Cristo, si yo tendría que definir el seminario, para mí es como un gran campo de cultivo donde crecen variedad de frutos y el día de la cosecha que será la ordenación y luego el caminar día a día. Te animo, ya que vas a leer esta carta, a que también le preguntes a Dios ¿Qué quiere de ti? Si a mí me ha dado la respuesta ¿A caso tu eres menos que yo? Me siento plenamente realizado en Cristo y le doy las inmensas gracias por haber dejado su cielo por mí, por haberse preocupado por mí, por haberme sacado del mundo y por darme su luz y su gracia. Yo confió en Cristo...y tú ¿confías en Él?
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