Testimonio vocacional de Antonio David Pérez
"Ha sido delante del Señor en el sagrario donde he podido experimentar el porqué de mi vida"
Mi nombre es Antonio David y soy de la diócesis de Guadix. Y la pregunta que puedo hacer es esta. ¿Cómo un Chico que tenia pelo largo y pendiente esta en el seminario para ser sacerdote? Recuerdo que cuando tenía doce años iba a misa todos los días y ayudaba como monaguillo, allí en mi parroquia. Pero cuando el párroco que había se fue, hizo que dejara de ir a misa por lo típico de esas edades. Además en ese tiempo de adolescencia, había muchas cosas que no me gustaban de la Iglesia.
El porqué de muchas cosas, además me hablaba mal de los curas. Pero poco a poco me fui acercando a la Iglesia, por eso de que si hay algo después de la vida, no me la quiero jugar. Y lo que me ayudo fue un sacerdote que me invito a hacer cursillos de cristiandad. Y fue donde descubrí a Jesús y como eso fue un cambio en mi vida. También con el curso del tiempo fui descubriendo como en las cosas que más me rechinaban de la Iglesia, las fui contrastando y mi opinión sobre ella fue cambiando. Pero en mis planes de vida era casarme y tener hijos. Con el paso del tiempo se me invito a pertenecer a la escuela de cursillos de cristiandad lo cual me siguió ayudando a consolidar mi fe y seguir formándome. Y en una de esas charlas de formación que se llaman "ultreyas", en las que se estaba hablando sobre la evolución del sacramento de la reconciliación, sentí como el Señor me pedía más de lo que quería darle. Y yo pensaba: “Yo no valgo para esto, me cuestan los estudios y no tengo don de gentes”. Pero aun así me puse en manos de Dios.
Tuve una experiencia con órdenes religiosas, pero no sabía lo que Dios quería de mí. Y un amigo me recomendó irme al seminario de Toledo. Y yo le decía al Señor, mándame donde quieras pero que te sea fiel”. Estuve allí tres años, y allí el Señor me hizo ver mis heridas. Hace cuatro años hable con mi obispo de Guadix, don Ginés y tras estar en el seminario de Toledo, me invitó a seguir mi formación en este seminario. He podido ver en este tiempo la mano del Señor que sabe el porqué de mi historia y como tiene un sentido esta llamada. Pues el Señor quiere que aprenda a perdonar, para poder sentarme en un confesionario y poder perdonar los pecados. Como el Señor me llamó como soy a pesar de mis debilidades para decir a la gente de hoy que Dios te quiere y tiene un plan de salvación para ti.
En estos años de seminario he podido experimentar de todo, pero ha sido delante del Señor en el sagrario donde he podido experimentar el porqué de muchos acontecimientos de mi vida tiene un sentido, el descubrir que Dios no me ha abandonado nunca, y que a pesar de todo, de las tentaciones, que Dios me quiere. Que quiere que transmita el mensaje de la misericordia pasando primero por vivirla.
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