Testimonio vocacional de Aleksander Martínez
"Estoy muy contento viviendo esta etapa de mi vida siguiendo al Señor"
La vocación es la estrella que marca el camino hacia el Señor, como dice la santa Edith Stein. Mi vocación comienza desde bien pequeño, cuando apenas tenía siete años. Celebrar la Misa los domingos, ayudar como monaguillo, ayudar al párroco en lo que podía o a las camareras y mayordomos de la Virgen era una de las cosas que más me gustaba y más me llenaba.
Cuando la gente me preguntaba qué quería ser de mayor yo siempre respondía lo que un niño: piloto, astronauta, policía, etc. hasta que un día contesté: cura. Desde ese momento seguí diciéndolo y pensándolo, cada más convencido.
Un día se me ocurrió presentarle a mis padres un papel donde escribí: papá, mamá, si queréis que yo sea cura firmad aquí. Firmaron los dos por lo que no podía ser mayor mi alegría que conservo hasta ahora.
Conforme iba creciendo fui leyendo vidas de santos que me recomendaba mi director espiritual y cada vez veía la llamada más clara. Mi madre me informó de una convivencia de monaguillos en el seminario y disfruté mucho, por lo que repetí más veces hasta que ingresé en el seminario de Orihuela. Estuve un par de años y el año pasado decidí venir a Murcia.
Tras hablar con don Sebastián fue todo providencial y puedo decir que estoy muy contento viviendo esta etapa de mi vida siguiendo al Señor y buscando hacer su voluntad, donde Él quiera y como Él quiera y poniendo mi confianza en la Señora, donde espero ilusionado estar en su corazón muy pronto.
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