Los pasados días 10 y 11 de febrero vino a visitar nuestra diócesis el Seminario Menor de Ciudad Real, compuesto por 28 seminaristas y un equipo de cinco formadores, aunque al viaje sólo estuvieron presentes D. Álvaro y D. Pedro, encargados de la comunidad de Bachiller y de ESO, respectivamente. Como sucede en estos casos, el programa previsto para ambos días era muy intenso, ya que hay muchas cosas que ver y muy poco tiempo para hacerlo.

El domingo 10 comenzaron la visita en nuestra Ciudad Santa, Caravaca de la Cruz, en cuyo Santuario celebraron la Eucaristía. Hubo tiempo para visitar, además, la parroquia del Salvador y a los Carmelitas. Por la tarde se acercaron, para el rezo de Vísperas y la cena, al Seminario Mayor de San Fulgencio. Por la noche, la comunidad del Seminario Mayor los acompañó a pasear por Murcia, en donde el P. Francisco Azorín hizo de cicerone, y explicó las Iglesias de San Juan Bautista, San Juan de Dios, el antiguo Seminario Diocesano y el impresionante imafronte de la Catedral. El paseo, además, nos llevó a la Glorieta de España y al Puente de los Peligros, entre otros lugares, aprendiendo lo más típico de la ciudad, tanto en el plano cultural como en el religioso.

 Al día siguiente, ya descansados, hubo tiempo para visitar el Museo Salzillo, donde se quedaron impresionados por la calidad de las obras del famoso escultor murciano. A continuación, en lo que fue el momento central de la mañana, fueron recibidos por nuestro obispo D. José Manuel Lorca, en el Palacio Episcopal.

 

Por la tarde, después de comer, visitaron Cartagena, lugar por donde la Tradición dice que llegó la luz del Evangelio a España gracias al Apóstol Santiago, dato que les impresionó, en especial a tres seminaristas que forman parte de la Orden de Santiago. Con muchas prisas pudieron ver una panorámica de Cartagena (algunos, incluso, contemplaron por primera vez el mar), el Teatro Romano, la Iglesia de Santa María de Gracia, con la patrona de la ciudad, la Virgen del Rosell, y los Cuatro Santos cartageneros, para culminar el día con la celebración de la Eucaristía en la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad.

Totalmente agotados emprendieron el camino de regreso a casa por la noche, muy contentos por la acogida recibida e invitando a los Seminarios de la Diócesis de Cartagena a devolverles la visita y quedando unidos en la oración y la fraternidad.

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