El pasado 27 de septiembre los Seminarios Diocesanos Mayor y Menor subieron al Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta para presentarle el nuevo curso y pedir su intercesión. Camino del monte se realizó el rezo del Santo Rosario, pasando por la pedanía de Patiño, donde celebraban sus fiestas patronales en honor a la Virgen de la Fuensanta, que posee el patronato también de este pueblo, entramos por tanto al templo y tras rezarle una Salve a la Santísima Virgen proseguimos nuestro camino.

Una vez llegamos al Santuario de la Fuensanta, subiendo las siete cuestas, celebramos la Santa Misa a las 12:30h, presidida por el Sr. Rector, don Sebastián Chico, en la cual participaron de manera especial los miembros de la Hermandad de Caballeros de la Fuensanta, que realizaron su ofrenda mensual a la Patrona, y un matrimonio que celebraba sus Bodas de Oro.Don Sebastián resaltó en la homilía el gesto de entrega que se realiza en ese amor matrimonial, que de igual modo se realiza en nuestros seminaristas. Al finalizar la Eucaristía los seminaristas salieron al altar, como signo de testimonio para todo el mundo, y cantamos el himno a la Virgen de la Fuensanta

Después de la Santa Misa pasamos por el camarín de la Patrona, pidiendo especialmente que proteja este curso que empezamos, que ella nos guíe y nos lleve a su Hijo. Seguidamente entramos al Monasterio de las Benedictinas, que cuidan y custodian el querido templo y su liturgia. Allí pudimos comer los dos Seminarios, y después tuvimos un tiempo de compartir con las religiosas.

Seguidamente nos trasladamos al Monasterio de las Carmelitas Descalzas, donde rezamos Vísperas a las 17:00h, y pudimos ganar así el Jubileo del Año Teresiano, teniendo además el privilegio de contar con la presencia de las reliquias de Santa Teresa de Jesús, que las hermanas sacaron para la ocasión. Al terminar entramos al locutorio, donde tuvimos la oportunidad de conocerlas y de saber como es su vida religiosa.

Fue este un día de gracia para nuestros Seminarios, en el cual no faltó la alegría y el testimonio de la misma, que tantísima gente con la que nos cruzamos pudo ver. Damos gracias a Dios por habernos concedido tan dichosa peregrinación, y le pedimos que, por intercesión de sus Santísima Madre, la Virgen de la Fuensanta, nos colme de bendiciones este curso que empieza, y podamos hacerlo todo según su Voluntad.