Una vez más cerca de 200 personas ...Gracias a todos nuevamente, de modo especial a nuestro hermano Pepe, de primer curso que compartió con nosotros su testimonio vocacional, que nos permitió ver como Dios sigue hablando hoy al corazón de los jóvenes. También al coro juvenil de Santomera por ayudarnos magnificamente con sus cantos y voces a adentrarnos en el misterio eucarístico presencia real de Cristo, y por estar junto a la comunidad del seminario en la Vigilia de oración por las Vocaciones sacerdotales.

Os dejamos la meditación de anoche:

No perdamos nunca la confianza en la paciente misericordia de Dios. Pensemos en los dos discípulos de Emaús: el rostro triste, un caminar errante, sin esperanza. Pero Jesús no les abandona: recorre a su lado el camino, y no sólo. Con paciencia explica las Escrituras que se referían a Él y se detiene a compartir con ellos la comida. Éste es el estilo de Dios: no es impaciente como nosotros, que frecuentemente queremos todo y enseguida, también con las personas. Dios es paciente con nosotros porque nos ama, y quien ama comprende, espera, da confianza, no abandona, no corta los puentes, sabe perdonar. Recordémoslo en nuestra vida de cristianos: Dios nos espera siempre, aun cuando nos hayamos alejado. Él no está nunca lejos, y si volvemos a Él, está preparado para abrazarnos.

S.S. Francisco, homilía en san Juan de Letrán

Cuando las cosas en mi vida no han resultado como he querido, ¿he caído en tristeza? ¿he perdido la esperanza? O por el contrario, ¿he reconocido a Cristo resucitado caminando a mi lado? ¿He sentido alguna vez el abrazo del Padre al volver a su lado? ¿Me ardía el corazón al entrar en contacto con Él? ¿Siento la necesidad de llevar a los demás a Cristo resucitado

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