El pasado domingo 19 de octubre, a las 6 de la tarde, tuvo lugar la Ordenación Presbiteral de Antonio Lucas Belmar en la Parroquia de San Andrés y San Antonio de Mazarrón. El templo se quedó pequeño ante la muchedumbre congregada por la ocasión.

En la celebración, presidida por el Obispo de la Diócesis de Cartagena, D. José Manuel Lorca Planes, estuvo presente el equipo de formadores de los Seminarios Mayores de San Fulgencio y Redemptoris Mater, y Menor de San José, así como otros sacerdotes, feligreses, familia y amigos de Antonio.

El Obispo de Cartagena, en su homilía, animó al nuevo presbítero a seguir el ejemplo del beato papa Pablo VI para su misión evangelizadora: es clave la afabilidad y claridad en el anuncio del Reino, el conocimiento del destinatario del mensaje de salvación. También animó al candidato a buscar la santidad, siendo un hombre de Dios, «un sacerdote, un hijo de la Iglesia», y a «fomentar la caridad que Dios ha derramado en los corazones».

El sacerdote, imagen de Cristo Pastor, se entrega en su totalidad al servicio del Evangelio. Él es hombre de fe, de esperanza, de caridad. La gracia recibida en la Ordenación es un misterio y un don que nunca se puede llegar a comprender en su totalidad. El nuevo presbítero ha recibido la gracia para portar a Cristo y darlo a los hombres.La vivencia de la radicalidad evangélica es clave para la vida del sacerdote. La consagración a Cristo es un compromiso ejercido en la libertad, y ello lleva a un amor que se desborda del corazón del pastor y que se vierte en los hermanos. La obediencia, la castidad y la pobreza, elementos esenciales en la vida del sacerdote, lo llevan a vivir su ministerio con generosidad y entrega en la fidelidad al Esposo.

Al término de la celebración, Antonio agradeció la acogida del señor Obispo al ministerio de los presbíteros, así como la presencia del Alcalde de Mazarrón, de los formadores y compañeros del Seminario, de los sacerdotes presentes, amigos y, sobre todo, de su familia, que le ha apoyado incondicionalmente en el camino de su vocación.

El Obispo le entregó las licencias para administrar los Sacramentos y la Bendición Apostólica del Santo Padre. Antonio Lucas seguirá sirviendo a la Parroquia de San Francisco Javier de Murcia, en la que había ejercido su ministerio como diácono hasta ahora, como Vicario Parroquial. 

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