Este domingo tuvo lugar en el Seminario la Jornada de Puertas Abiertas, donde invitamos a todos los que quisieran acercarse al seminario la oportunidad de visitar las instalaciones y conocer cómo viven los seminaristas su día a día. La Jornada empezó a las seis de la tarde, momento en el que se recibió y acogió a la gente. El equipo formativo y los seminaristas daban la bienvenida a todos los que iban llegando.

A continuación pasamos al salón de actos del Centro de  Estudios Teológicos donde el Rector, don Sebastián, realizó una pequeña introducción acerca de lo que es el Seminario, la función que desempeña, y la importante labor diocesana que realiza. Tras su exposición, Eduardo, un seminarista de cuarto curso, hizo una breve presentación sobre quiénes son los seminaristas, las tres etapas del Seminario (Menor, Pre-Seminario y Mayor), y sobre las cinco dimensiones que en este trabajan (humana, comunitaria, espiritual, intelectual y pastoral). Y terminamos con el testimonio vocacional de dos hermanos Javier del Seminario Menor y Julián del Seminario Menor.

Finalizados los testimonios se procedió a la visita guiada por las instalaciones del Seminario; repartidos los asistentes en cinco grupos les mostramos el Centro de Estudios, la sala de estudios, el comedor, la sala de estar, la capilla de los estudiantes de filosofía y la de los de teología, la habitación de uno de los seminaristas y los jardines. En cada uno de estos sitios uno de nosotros les explicábamos lo más característico del lugar.

Todos los grupos fueron acabando en la Capilla Mayor, donde tuvo lugar el rezo de Vísperas a las ocho y media donde d. Sebastián en nombre de todo el Seminario dio las gracias a los asistentes por acoger la invitación que el Seminario hacía a toda la Diócesis. Y, finalmente, se invitó a la gente a un ágape en el comedor del Seminario, donde se pudieron compartir impresiones sobre la visita al “semillero” de donde salen los futuros sacerdotes de Murcia.

Pidamos por los frutos de esta  Jornada de Puertas Abiertas, que Dios se haya servido de ella para llegar a mucha gente la importancia y la necesidad de mantener viva la vida del Seminario, corazón de toda Diócesis.

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