El fin de semana del 18 al 20 de noviembre, el Seminario ha participado en la peregrinación diocesana de la Esperanzada, organizada por Pastoral Vocacional, Pastoral Juvenil y nuestro Seminario Diocesano.

La peregrinación comenzó el viernes por la tarde en la Basílica-Santuario de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca de la Cruz, donde los peregrinos comenzaron su caminar adorando la Cruz del Señor. A la llegada a Cehegín tuvo lugar la Eucaristía con nuestro obispo D. José Manuel en la Iglesia de Santa María Magdalena. Nuestro obispo hizo subrayó la presencia de los jóvenes en la Iglesia. Por la noche se dio una velada amenizada con distintas actuaciones.

El sábado comenzamos el día con la Santa Misa en Nuestra Señora de las Maravillas, presidida por D. David, vicario de la zona Caravaca-Mula. Después, emprendimos el rumbo hasta Canara, donde rezamos el Ángelus y tuvimos una catequesis impartida por la hna. Leo (Superiora de las Hermanas Pobres de Algezares) sobre la presencia de los cristianos en el mundo y nuestra respuesta a ser discípulos del Señor. Posteriormente llegamos a Valentín, donde, entre otras cosas, comimos y compartimos por grupos la catequesis de la mañana. Durante el día dejamos resonar en el corazón la siguiente pregunta del Señor hacia nosotros: «¿Me amas?». Por la noche llegamos a Calasparra, esta vez rezando el Santo Rosario y cantando por las calles hasta llegar al pueblo. Por la noche celebramos una Vigilia de Oración con exposición del Santísimo.

El domingo realizamos en último tramo de la peregrinación hacia el Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza, donde celebramos la Eucaristía presidida por el rector de nuestros seminarios, D. Jesús. Al acabar tuvimos la comida, unos juegos y por último el rezo de la Salve, con los debidos agradecimientos por parte del delegado de Pastoral Vocacional, D. Blas Damián.

Han sido días muy intensos de encuentro con el Señor y Nuestra Madre, la Santísima Virgen María. Los peregrinos han podido vivir días de fraternidad, de oración, de encuentro, de catequesis, de juego,… y, sobre todo, han sido días de experimentar y transmitir la alegría de ser cristiano.