Del 20 al 22 de abril tuvo lugar la cuarta edición de la “Esperanzada”, la ya tradicional peregrinación al Santuario de Ntra. Sra. de la Esperanza en Calasparra, organizada desde la Delegación de Pastoral Vocacional, este año 2018 bajo el lema “ENRAIZADOS EN CRISTO, LLAMADOS A ACOMPAÑAR”.

La peregrinación partió de Caravaca de la Cruz donde fuimos acogidos por el rector del Santuario D. José Manuel donde tuvimos la oportunidad de rezar ante la Santísima y Vera Cruz que porta la reliquia del Lignum Crucis y la bendición del peregrino.

Sobre las 6 de la tarde partimos hacia Cehegín, llegando hasta la parroquia de la Magdalena donde se celebró la Eucaristía, para después cenar y tener un rato para disfrutar y compartir con una velada festivo-musical.

El sábado y tras la celebración de la Misa en el Convento de los PP. Franciscanos en donde se encuentra la patrona de la localidad la Virgen de las Maravillas nos pusimos de camino hacia Calasparra, haciendo distintas paradas para el avituallamiento a lo largo del camino y la comida en la pedanía de Valentín.

Sobre las 7 de la tarde llegamos a Calasparra para celebrar la Vigilia de Adoración en la Iglesia de la Merced.

El domingo tras el desayuno rezamos laudes en la Ermita de los Santos Abdón y Senén y sobre las 10 de la mañana partimos hacia el Santuario de nuestra Sra. de la Esperanza en donde tuvo lugar la Eucaristía que fue presidida por el obispo de la Diócesis de Cartagena don José Manuel Lorca Planes, quién en la homilía ofrecida a todos los peregrinos y otros muchos visitantes, dijo que el cristiano se caracteriza principalmente por su esperanza y que la Virgen es sin lugar a dudas, el modelo a seguir por todos los que creemos en su Hijo Jesucristo Resucitado.

Tras la comida de fraternidad y el compartir los momentos vividos a lo largo de la peregrinación de unos 36 kilómetros a lo largo de los tres días y ya cansados nos despedimos de la Santísima Virgen de la Esperanza a la que dimos gracias por un amor materno y le pedimos por todos aquellos que sufren y están alejados de la Iglesia.

Queremos dar las gracias desde aquí a todas las personas que han colaborado de manera desinteresada en esta preciosa aventura de la Esperanzada 2018. A los párrocos de las Iglesias por las que fuimos pasando, y que nos acogieron con los brazos abiertos; a los Ayuntamientos de Caravaca de la Cruz, Cehegín y Calasparra; policías locales de cada uno de los municipios y especialmente a Protección Civil que durante todo el trayecto estuvieron muy atentos ante cualquier necesidad o problema que pudiera surgir, a la Universidad Católica San Antonio (UCAM) y por último también damos las gracias por su colaboración a las firmas comerciales Leclerc y Hero que un año más nos han ayudado a llevar mejor el cansancio del camino.

Gracias a Dios todo trascurrió sin inclemencias meteorológicas y en un ambiente festivo y de oración por lo que el año que viene tendremos la oportunidad de repetir esta inolvidable experiencia con María la Virgen de la Esperanza, con su Hijo Jesucristo y con todos aquellos que quieran disfrutar de una experiencia maravillosa.

Sobre las 7 de la tarde se puso punto y final a tres hermosas jornadas de peregrinación que hemos vivido en compañía de muchos hermanos y hermanos.  En resumen: la Esperanzada 2018 ha sido un año más, un encuentro con Dios a lo largo de todo un camino vivido en fraternal comunión.

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