El martes 6 de diciembre, los seminarios Mayor San Fulgencio y Menor San José, visitamos la ciudad de Lorca. El motivo no era otro que conocer el estado actual de la ciudad y de sus templos, tras las obras de reconstrucción. Esta visita tiene como precedente otra que realizó el Seminario de Murcia a los pocos meses del terremoto del 11 de mayo de 2011.

Nada más llegar a Lorca, nos dio la bienvenida su vicario, D. Francisco Fructuoso, que nos estaba esperando en la iglesia de San Diego. Allí narró su experiencia sobre aquel trágico día. Así mismo, comentó cómo se han ido desarrollando las tareas de reconstrucción de las iglesias de Lorca. Nos impresionó mucho la labor de los párrocos, que, desde el primer momento, estuvieron al lado de su pueblo, prestándole toda la ayuda material y espiritual que necesitaba. D. Francisco destacó la fraternidad sacerdotal vivida entre los presbíteros, cómo se han apoyado unos a otros durante estos últimos cinco años. Después del rezo de la salve partimos para la iglesia de Santiago. Allí escuchamos el emotivo testimonio de su párroco. Tras profesar el credo apostólico, seguimos nuestro recorrido por la ciudad. De camino hicimos una parada en la iglesia de San Francisco. Al llegar a la iglesia del Carmen rezamos el Angelus y, posteriormente, su párroco, D. Juan José, nos contó cómo poco a poco se ha ido recuperando la normalidad. A la salida entramos en la gruta de Nuestra Señora de Lourdes, lugar de intenso fervor mariano del pueblo lorquino.

A mediodía repusimos fuerzas con un fraternal almuerzo, en el que estuvo presente nuestro Obispo. Tras la comida nos dirigimos a la parroquia de San Cristóbal, donde D. José Manuel nos habló de la ayuda que ha prestado la Iglesia. Luego visitamos la parroquia de Cristo Rey, donde su párroco nos explicó el proceso de reconstrucción del templo. Terminada la visita tuvimos tiempo libre para pasear por el centro de la ciudad. La jornada concluyó a las 19:30 con la celebración de la Eucaristía, presidida por el Vicario, D. Francisco, en la bella iglesia de San Mateo.

Con gratitud nos despedimos del pueblo de Lorca, conmovidos por el testimonio de fe y superación que han mostrado sus pastores y sus gentes en estos difíciles años.

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