"Cristianos en Singla"

 

Con este lema comenzábamos los quince días de Misión Rural en Singla.

Desde el 15 al 29 de julio he participado junto con otros seis compañeros del Seminario Mayor Diocesano: Carlos, Cándido, David, Eduardo, Nacho y Miguel Ángel,  en una Misión rural en Singla, un pequeño pueblo situado al Noroeste de nuestra Región.

Singla es un pueblo pequeño de unos 400 habitantes, con un porcentaje alto de personas mayores de 60 años y los más jóvenes trabajan en otras poblaciones y solo regresan o por la noche los que viven en el pueblo o en período de vacaciones.

Desde el primer día el recibimiento por parte de la gente que participa en la Parroquia ha sido de una gran ilusión y de ofrecernos todo lo que en sus manos nos pudiera hacer falta. Y como no podría faltar, también la ayuda infatigable, la acogida amistosa  que nos ha ofrecido el párroco D. Eugenio.

Pero hay que destacar que Singla es un pueblo fríamente religioso, con poca participación en la Iglesia. Con una fe recibida pero escondida o apagada

Misión Singla II - Seminario Diocesano San Fulgencio - Diócesis de Cartagena - Murcia

Una fe escondida que se ha hecho ver en los encuentros que hemos realizado tanto con los adultos como con los más pequeños.

Una fe escondida que ha salido a la luz cuando casa por casa hemos ido presentando las actividades que íbamos a realizar durante la misión y que nos abrían las puertas y nos recibían sin recelos y con ganas de escucharnos aunque sean tan solo unos minutos.

Misión Singla III - Seminario Diocesano San Fulgencio - Diócesis de Cartagena - Murcia

Pero esta fe escondida ha salido a la luz, y ha salido sin miedo en el gran areópago del pueblo, la plaza principal. Todos los encuentros y todas las actividades las realizábamos allí. Ya que era muy difícil el desplazamiento hacia la Iglesia, ya que esta se situaba a unos 900 metros del centro urbano.

En la Iglesia solo celebrábamos, la Eucaristía, una Vigilia de Oración, un pequeño retiro, y la celebración Penitencial. Con la participación cada vez mayor de personas.

Si quisiera resaltar algo de lo vivido en esta misión sería difícil de resumir, porque han sido muchos los momentos que he vivido. Pero resaltar la necesidad de escucha y de atención que la gente necesitaba. Necesitaban oídos atentos a todas sus necesidades, pero también necesitaban que alguien les hablara con palabras de esperanza y de cómo vivir una fe ante un mundo que la esta apagando o apartando. Necesitaban de nuevo escuchar que todavía existen cristianos, cristianos comprometidos, con necesidad de encuentro con Dios, de cómo Cristo actúa y sigue actuando en sus vidas.

Resaltar los encuentros con los más pequeños del pueblo, al principio no teníamos la certeza de con cuantos íbamos a contar para hacer las actividades, porque siempre ponían pegas a los horarios. Pero al final, con la ayuda de Dios, conseguimos una media de treinta por día. Fueron momentos bonitos y divertidos con los juegos que realizábamos con ellos y sobre todo el momento de la celebración penitencial con ellos y la Eucaristía del último día.

También la celebración de la Eucaristía con los enfermos del pueblo en la plaza. Y la Eucaristía del último domingo, dedicada a las familias, donde unos doce matrimonios renovaron sus promesas matrimoniales.

Han sido quince días en los que he podido descubrir  en la sencillez de estas personas, que lo primero que las personas necesitan es saber escucharlas.

 

Misión Singla IV - Seminario Diocesano San Fulgencio - Diócesis de Cartagena - Murcia

Tener los oídos abiertos a todo lo que necesitan. Pero sobre todo el haber hecho de puente en el encuentro que han mantenido estos días con Dios.

Un puente que construimos todos juntos y que necesita que se amplíe cada día. Por ello pedíamos a todos que trabajasen por este puente de unión, con la oración, la escucha de la Palabra de Dios, la participación en los Sacramentos.

Les hacíamos ver la importancia que tenían dentro de la Iglesia, que la figura del Sacerdote es importante para la celebración de los Sacramentos, pero que ante la falta de estos, el papel de los cristianos y cristianas es importante en la construcción de la Iglesia, con su ejemplo de vida. 

Quiero dar gracias a Dios por estos quince días. Por el trabajo realizado en la Misión, por las personas que nos han ofrecido su mesa, su compañía, sus sufrimientos,…, por los ratos compartidos con mis compañeros, la unión que en todo momento hemos tenido, los momentos de oración juntos, ha sido también una experiencia de compartir ilusiones e inquietudes. Por la acogida de D. Eugenio y su compañía en estos días,  y muchísimas otras cosas más, que quedan gravadas y que sería difícil de resumir.

Y por último pedir a Dios, que siga bendiciendo al pueblo de Singla. Que les siga hablando al corazón de cada uno, y que el trabajo que hemos realizado en él estos días dé fruto en abundancia. 

Misión Singla VI - Seminario San Fulgencio - Diócesis de Cartagena - Murcia

Julián R. Sánchez Ruiz.