El pasado domingo, día 12 de octubre, con motivo de la festividad de Nuestra Señora del Pilar, los seminaristas de segundo curso y un presbítero diocesano se consagraron de manera extraordinaria a Santa María, Reina de los Corazones. Debido a la pandemia que acosa a todo el planeta desde hace meses, nuestros hermanos no se pudieron consagrar presencialmente en mayo, como es costumbre.
Con inconmensurable gozo, nuestros hermanos D. José María, presbítero, Marian, Alejandro, Kacper, Abraham, Pablo y Miguel se consagraron a la Santísima Virgen introduciendo sus nombres en el Inmaculado corazón de María. Del mismo modo, el resto de seminaristas y sacerdotes se unieron renovando su consagración.
La celebración de la Eucaristía y el acto de consagración tuvieron lugar en la Santa Iglesia Catedral, presidida por el Sr. Obispo, quien instó a los seminaristas a unirse a la Virgen como medio y camino para llegar a Cristo, el Buen Pastor. “Ad Iesum per Mariam”. Les animó a perseverar fielmente en su itinerario vocacional, pronunciando su Fiat a Dios cada día.
Sin duda, este acto de consagración a “La Señora” está embriagado por un profundo y entrañable compromiso por parte de nuestros seminaristas, hacer suya la actitud vital de María, escuchar la palabra de Dios y cumplirla. Desde ese momento sus nombres se han unido a una larga lista de hermanos que se han consagrado a María desde 1911, entre ellos los hijos más insignes de nuestro seminario, nuestros mártires.
Rogamos a nuestro Señor, por intercesión de Santa María, Reina de los Corazones, que guarde, fortalezca y sostenga la vocación de nuestros hermanos y el ministerio de D. José María.
TOTUS TUUS SUM, MARIA
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