Tras la acogida de los participantes, a las 10:30 la jornada comenzó en la pista deportiva del patio del seminario con la procesión solemne del Santísimo hasta el altar, ubicado junto a la imagen del “Cristo de la llamada”. Después de la adoración eucarística nuestro Obispo dio una catequesis, que estuvo centrada en los siete dones del Espíritu Santo. Invitó a los presentes a que profundizaran en la grandeza de este Sacramento de la Iniciación Cristiana y a que abrieran sus corazones para recibir la gracia de Dios. Seguidamente, los chicos tuvieron la oportunidad de dialogar con nuestro Obispo, Ministro Ordinario del Sacramento de la Confirmación. ¿Qué voy a recibir en este Sacramento? ¿A qué me llama Dios? ¿Cómo seguir a Jesús? Éstas fueron algunas de las preguntas que los jóvenes plantearon a D. José Manuel. Después de la comida, se celebró el Festival de testimonios, en el que varios seminaristas, religiosos y matrimonios nos hablaron sobre la belleza de su vocación y de la transformación que el Señor había realizado en sus vidas. Durante toda la jornada los jóvenes también pudieron recibir el Sacramento de la Reconciliación.

Como centro y culmen del encuentro, se celebró, a las 17:00, la Eucaristía, presidida por nuestro Obispo. En su homilía, D. José Manuel exhortó a los jóvenes a que no tuvieran miedo de anunciar con alegría el Evangelio de Jesucristo en todas partes. La celebración litúrgica finalizó con la bendición de los jóvenes que recibirán el sacramento de la Confirmación y con la entrega de la Cruz del Testigo.